El reciente mensaje global del 7 de junio de 2025, atribuido al líder del grupo terrorista AQAP, vuelve a poner en el centro del debate la seguridad en la aviación civil (AVSEC), especialmente frente a contextos geopolíticos volátiles como el actual conflicto en Gaza. Este tipo de llamados a la acción, dirigidos a actores solitarios y descentralizados, representa un modelo de amenaza que se adapta a las grietas del sistema, por lo que la vigilancia y la capacidad de anticipación deben reforzarse sin descanso.
Un sistema que no puede permitirse la pasividad
El sistema de seguridad de la aviación, desde los ataques del 11-S, ha evolucionado hacia una lógica proactiva y resiliente. A las tradicionales barreras físicas y controles, se han sumado estrategias de análisis de comportamiento, inteligencia artificial, y una profesionalización del personal con énfasis en la prevención, la predicción y la respuesta rápida. Esta transformación no es opcional, es vital.
Del entorno VUCA al entorno BANI
Actualmente, vivimos en un entorno BANI (frágil, ansioso, no lineal e incomprensible), una realidad que exige mayor adaptabilidad e innovación que el anterior paradigma VUCA. Este nuevo contexto obliga a los gestores AVSEC a abandonar estructuras rígidas y adoptar un enfoque más dinámico, con ciclos de evaluación de riesgos en tiempo real, búsqueda activa de vulnerabilidades, y constante interacción con agencias de inteligencia.
Seguridad colaborativa y concientización activa
La seguridad no puede quedar solo en manos de los organismos especializados. La concientización de los pasajeros y trabajadores aeroportuarios es clave. Programas de cultura AVSEC y entrenamiento recurrente deben fomentar una participación activa de todos los actores del ecosistema aeroportuario.
Evaluación continua y escenarios de respuesta
Las pruebas periódicas de escenarios de ataque o sabotaje, reales o simulados, permiten calibrar la efectividad de las medidas implementadas. El ciclo propuesto —identificación, contención, reducción, recuperación— debe aplicarse tanto a amenazas físicas como digitales, incluyendo ciberataques y amenazas híbridas.
El sistema AVSEC como sistema antifrágil
Nassim Taleb define lo “antifrágil” como aquello que no solo resiste el caos, sino que mejora con él. Así debe concebirse hoy el sistema de seguridad de la aviación: no solo robusto frente a amenazas, sino capaz de aprender, adaptarse y fortalecerse ante cada incidente o intento de ataque.
Conclusión
En un mundo donde los conflictos geopolíticos se traducen en amenazas transnacionales y asimétricas, la seguridad de la aviación civil se convierte en un pilar estratégico global. El sistema AVSEC debe mantenerse no solo activo, sino anticipativo, colaborativo y resiliente. Solo así, podrá garantizar que el transporte aéreo siga siendo la forma más segura y eficiente de conexión entre las personas y las naciones.