En el ámbito de la gestión de seguridad, se ha producido un cambio significativo en los enfoques y metodologías empleados para garantizar la seguridad en los sistemas complejos. Este cambio se refleja en la transición de los modelos tradicionales de Safety I a los enfoques más modernos de Safety II. En este contexto, es esencial comprender las diferencias y beneficios de ambos paradigmas para mejorar la seguridad en diversos sectores.
Safety I se centra en la prevención de accidentes y errores. Este enfoque tradicional busca identificar y eliminar las causas de los fallos, con el objetivo de reducir la probabilidad de incidentes. En este modelo, la seguridad se mide por la ausencia de accidentes y se considera que los sistemas funcionan correctamente cuando no hay fallos.
Safety II , por otro lado, adopta un enfoque más proactivo y holístico. En lugar de centrarse únicamente en la prevención de errores, Safety II busca entender y mejorar la capacidad de los sistemas para funcionar correctamente en diversas condiciones. Este enfoque reconoce que los sistemas complejos siempre estarán sujetos a variabilidad y que es crucial aprender de las situaciones en las que las cosas salen bien, así como de los incidentes.
Principales Diferencias entre Safety I y Safety II:
1. Enfoque en los Errores vs. Enfoque en el Éxito:
- Safety I: Se centra en identificar y eliminar errores.
- Safety II: Se centra en entender cómo y por qué las cosas salen bien.
2. Medición de la Seguridad:
- Safety I: La seguridad se mide por la ausencia de accidentes.
- Safety II: La seguridad se mide por la capacidad del sistema para adaptarse y funcionar correctamente en diversas condiciones.
3. Gestión de la Variabilidad:
- Safety I: Busca eliminar la variabilidad para prevenir errores.
- Safety II: Reconoce la variabilidad como una característica inherente de los sistemas complejos y busca gestionarla de manera efectiva.
4. Aprendizaje y Mejora Continua:
- Safety I: Se enfoca en aprender de los errores y accidentes.
- Safety II: Se enfoca en aprender tanto de los éxitos como de los errores para mejorar continuamente.
Este cambio de paradigma en la gestión de seguridad es crucial para adaptarse a los desafíos de los sistemas modernos y complejos. Al adoptar un enfoque más integral y proactivo, las organizaciones pueden mejorar su capacidad para gestionar la seguridad de manera efectiva y resiliente.
Fuentes: