El robo de equipajes en Ezeiza destaca varios problemas en la seguridad y supervisión interna de los procesos aeroportuarios. La investigación de tres meses, que culminó en el despido de tres empleados de Intercargo, señala la vulnerabilidad de la cadena de custodia de los equipajes, incluso en un aeropuerto internacional de gran envergadura como Ezeiza.
Este incidente pone en evidencia la necesidad de reforzar los mecanismos de control en el manejo de equipaje, tanto a nivel tecnológico como organizacional, ya que la falta de vigilancia adecuada y las lagunas en la supervisión de personal abrieron la puerta a actividades delictivas. Los empleados implicados no solo se aprovecharon de la cercanía con el equipaje, sino que lo hicieron repetidamente sin ser detectados durante un período prolongado, lo que indica la falta de controles efectivos.
Factores clave:
1. Fallas en la supervisión: Aunque hay sistemas de cámaras de seguridad, su gestión o cobertura probablemente fue insuficiente. Además, la falta de controles físicos y tecnológicos sobre el acceso a las áreas donde se manipulan los equipajes fue un factor crucial.
2. Vulnerabilidad de los sistemas de control interno: La detección tardía sugiere que los protocolos de seguridad interna, como la rotación de personal, auditorías internas o sistemas de rastreo en el manejo de equipajes, no fueron lo suficientemente rigurosos.
3. Cultura organizacional deficiente: El hecho de que varios empleados estuvieran involucrados en el robo apunta a posibles fallas en la formación ética y la falta de incentivos o consecuencias claras por incumplir las normas.
Medidas preventivas:
Para abordar estos problemas, además de las medidas propuestas (más monitoreo, controles internos, capacitación, y tecnología avanzada), también se podría reforzar la colaboración entre las fuerzas de seguridad y las empresas de asistencia en tierra como Intercargo. La creación de un entorno de transparencia, donde los empleados sepan que están constantemente vigilados y que el sistema es capaz de detectar irregularidades rápidamente, será crucial para restaurar la confianza tanto en el personal como en los pasajeros.
Este análisis muestra cómo el fortalecimiento de la seguridad aeroportuaria debe ser multifacético, cubriendo tanto la dimensión tecnológica como la humana.